COMO TENER UN JARDÍN BONITO EN INVIERNO
Con una buena distribución y la elección de las plantas adecuadas, podemos disfrutar de la luz y el color que nos aporta una estación tan alegre como la primavera, pese a que los copos de nieve hayan cubierto algunos de los rincones de nuestro jardín.
Existen multitud de arbustos y árboles cuya floración tiene lugar durante los meses de reposo de las especies caducifolias, es decir, durante el otoño y el inverno. Estas plantas, cuyo follaje se mantiene con el frío, son las que darán forma y color a nuestro espacio vegetal durante estos meses.
Para acertar en cualquier estación
Antes de plantearnos el diseño del jardín, es conveniente realizar un paseo estudiando detenidamente el jardín y observando los espacios disponibles, con el fin de aprovecharlos mejor y disfrutar de su visión al divisarlo por la ventana.
Es recomendable determinar cuáles son las vías de entrada y salida, así como los lugares más concurridos; también nos cercioraremos de los que dispondrán de una mayor cantidad de luz, tanto en invierno como en verano, al igual que las zonas destinadas a cubos de basura, herramientas o demás enseres que extraemos del hogar, para que estas actividades no estropeen nuestros cultivos.
Del mismo modo, conviene tener en cuenta los factores climáticos, muy determinantes, en especial si destinamos una parte para vegetación de invierno y otra para verano; por ejemplo, en los espacios más iluminados conviene colocar árboles de hoja caduca para que las hojas no obstruyan los rayos del sol.
Para disfrutar de todo su esplendor, conviene saber cuál es la parte de la vivienda en la que más tiempo pasamos en refugio y si desde ésta gozamos de una buena visibilidad del exterior, para plantar en esa zona los vegetales más vistosos.
Plantas de frío y color
Está en nuestra mano modificar esos tonos sombríos que marcan anualmente la llegada del invierno. Te recomendamos a continuación algunos árboles y arbustos adecuados para dar color al exterior del hogar en esta época del año:
Acacia; más conocida como ‘mimosa’. Se trata de una planta de extensas y frondosas hojas perennes. Es muy frecuente en parcelas por su espeso color verde y su gran tamaño, que hacen de ella la aliada perfecta para ocupar grandes espacios.
Ardisia; se trata de un arbusto perenne de cuyas ramas se desprenden flores blancas y aromáticas en verano, que se transforman en frutos de un fuerte y llamativo rojo carmín en invierno. Es ideal para cubrir de matices lugares recónditos del exterior.
Cotoneaster horizontal; éste es un arbusto perfecto para resaltar determinados espacios gracias a sus posibilidades en el diseño de jardines. De pequeñas flores blancas durante las etapas más cálidas, produce frutos circulares de colores rojizos y anaranjados que se mantendrán con colorido durante todo el invierno.
Brezo: comúnmente se conoce como ‘nazareno’ por el color morado de sus flores en invierno y el intenso verde de sus tallos. Es un arbusto pequeño pero sus colores lo hacen elegante y discreto, llenando de matices distintos el entorno.
Querría: pese a ser de hoja caduca, su presencia es muy frecuente en parques y jardines. Sus hojas, largas, finas y sugerentes, dejan entrever el amarillo de las flores con la llegada de las bajas temperaturas, aportando con ello alegría a las zonas naturales.
Mahonia: no resiste las grandes heladas, sin embargo, es apreciada como parte de la flora invernal por los matices de sus bayas, entre azules y negras, incluso púrpuras o rojas, que visten con gusto el entorno en el que crece.
Campanilla de las nieves: es una bulbosa de hojas dispuestas en láminas y de tonalidad verde claro. Resalta fundamentalmente por sus flores, de gran tamaño y varias capas en tonos blancos.
Jazmín: conocido por los amantes de las plantas trepadoras, es frecuente aprovecharlo por el buen aroma que desprenden sus flores blancas y la decoración que ofrece al cubrir muros y vallas. Puede permanecer durante todo el invierno conservando estas características, especialmente si se trata de la especie morisca, muy resistente a las bajas temperaturas.
Duquesa de Orleáns: otra gran trepadora y muy adecuada para cubrir casi la totalidad de los espacios que puedan quedar libres en nuestro jardín. De hecho, es bien conocida por su rápido y agresivo crecimiento, llegando incluso a asfixiar a otras plantas contiguas. Pero sin duda lo más destacado de este ejemplar es la intensa gama naranja fuego de sus flores, las cuales resisten bien las heladas.
Conociendo las plantas que podemos utilizar en el jardín, incluso en las estaciones frías, ya no tendremos por qué echar de menos las visitas al exterior durante los días de verano, pues a partir de ahora podremos disfrutar de toda la belleza de nuestro rincón verde desde el cálido interior del hogar.